España está viviendo otro verano de crecimiento, con cifras por encima del 2023, pero un informe elaborado por Simon-Kucher muestra que el sector deberá afrontar una caída en el presupuesto de mercados emisores clave, aunque quienes están enfocados en el segmento de lujo seguirán viendo incrementos “exponenciales”.
El estudio analiza el comportamiento de los viajeros para los próximos meses en España, Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos, EEUU y Emiratos Árabes Unidos y destaca que el presupuesto destinado a viajes “variará significativamente entre países”.
Desde Simon-Kucher prevén una caída en algunos de los mercados principales de España, como el alemán y el francés, “que enfrentarán reducciones cercanas al 4%”. En contraste, otros se mantendrán al alza, como Estados Unidos, que lidera el crecimiento presupuestario con un 15%
El mercado español, por su parte, tiene previsto destinar un 10% más a sus viajes y punto importante es que los viajes domésticos están en aumento.
Frente a una posible “desaceleración del sector”, Ana Morillo, Senior Director de Simon-Kucher, ha planteado que como sector “debemos repensar nuestras propuestas de valor por segmento y definir estrategias de mercado específicas para cada país emisor, con el fin de compensar cualquier impacto durante la temporada baja”
Segmentación por edad
Los Baby Boomers, con mayor poder adquisitivo, son quienes lideran el presupuesto por viaje, alcanzando un crecimiento del 20% respecto al año anterior, seguidos por los Millennials con un 10%, mientras que la Generación Z se encuentra cerca del 1% de aumento.
La recomendación es que el sector turístico adapte sus ofertas “para atraer a los turistas más jóvenes con propuestas low-cost completamente targuetizadas, y a su vez captar a los segmentos con mayor disposición al pago, ofreciendo mejoras en sus servicios para maximizar su rentabilidad”.
El estudio remarca que las diferencias entre generaciones no solo se manifiestan en el gasto, sino también en sus intereses.
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Turistas en la Sagrada Familia. Fuente: AdobeStock.
La Generación Z y los Millennials se caracterizan por una mayor espontaneidad, con cerca del 30% reservando sus viajes con menos de 15 días de antelación. Además, valoran mucho más la búsqueda de nuevas experiencias, con el 40% considerándolas un factor determinante a la hora de elegir un destino, en comparación con el 20% de los Baby Boomers y la Generación X. Entre las opciones preferidas por los jóvenes se encuentran los safaris, eventos deportivos, cruceros o experiencias culinarias.
A pesar de contar con presupuestos más ajustados, “los jóvenes muestran una clara preferencia por los viajes internacionales, siendo tres veces más propensos que otras generaciones”. Uno de cada cinco reconoce que quiere viajar en solitario en los próximos seis meses
Esta tendencia, agregan, confirma que hay “una clara inclinación hacia viajar más frecuentemente, pero con un gasto controlado”. En Simon-Kucher proponen a las cadenas hoteleras centrar su estrategia en ofrecer opciones flexibles, experiencias personalizadas y tecnología que facilite reservas rápidas y sencillas.
La demanda de lujo en crecimiento
En estos momentos el turismo de lujo está experimentando un crecimiento excepcional, “superando a cualquier otro segmento”, dice el estudio, explicando que este fenómeno se debe en parte “al aumento de viajeros con ingresos más modestos que están dispuestos a incrementar su gasto para disfrutar de opciones de viaje más sofisticadas”
Este tipo de turista duplica la frecuencia con la que viaja en comparación con otros y presenta un perfil de viajero muy específico: son clientes exigentes que confían en marcas reconocidas, valoran la calidad de las instalaciones y toman decisiones basadas en valoraciones online, con más del 60% de los encuestados reconociendo estos factores como determinantes al elegir un destino. Su interés por la personalización en sus viajes impulsan al sector a ofrecer experiencias cada vez más personalizadas y exclusivas.
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Destinos no masificados
Por último, las tendencias sugieren que es clave reducir la saturación turística, porque los viajeros están cada vez más concienciados con el cuidado del entorno y la convivencia con los residentes.
El 70% de los encuestados prefieren destinos con menor afluencia turística, lo cual refleja su interés en descubrir lugares nuevos y personalizar sus experiencias. “Un adecuado control del turismo será clave para asegurar la sostenibilidad del sector a largo plazo”, concluyen.
