¿Por qué es importante el desayuno en un hotel?
Uno de los grandes placeres para disfrutar a primera hora de la mañana cuando nos alojamos en un hotel es el desayuno. Soy de las que se pone el despertador para no perderse la hora y, por supuesto, me gusta bajar a desayunar un buen rato antes de que cierren las puertas, no vaya a ser que se acaben los cruasanes calientes y jugosos que me han hecho saltar de la cama tan pronto como he abierto un ojo. Tengo que coger fuerzas para afrontar el día, la excusa perfecta.
El desayuno en un hotel es fundamental por varias razones. Primero, es la primera comida del día y puede influir significativamente en cómo los huéspedes perciben su estancia. Un buen desayuno puede mejorar su humor, su energía y su disposición para disfrutar del resto del día. Además, es una excelente oportunidad para que los hoteles se destaquen y se diferencien de la competencia, ofreciendo algo memorable y delicioso que haga que los huéspedes quieran volver.
Un desayuno bien presentado y variado también puede ser un punto de venta importante. Muchos viajeros eligen sus hoteles en base a las reseñas de otros huéspedes, y un desayuno excelente puede
generar comentarios positivos y atraer a más clientes. Por último, ofrecer un desayuno de calidad muestra la atención al detalle y el compromiso del hotel con la satisfacción del cliente.
¿Qué debe tener un buen desayuno de hotel?
Vamos más allá de trilogía de café con leche, cruasán y zumo de naranja. Aunque debo decir que si son de calidad, caseros y naturales (en ese orden) puede ser suficiente para muchos. Pero para que un desayuno de hotel sea considerado bueno, debe cumplir con varios criterios clave:
H3 Variedad: es fundamental ofrecer una amplia gama de opciones para satisfacer diferentes gustos y necesidades dietéticas. Esto incluye opciones dulces y saladas, alimentos frescos y cocidos, así como alternativas para personas con restricciones alimentarias (vegetarianos, veganos, sin gluten, etc.) Algunos ingredientes imprescindibles en todo desayuno de hotel son:
- Pan y Bollería: Incluyendo pan integral, croissants, muffins y pasteles.
- Frutas Frescas: Una selección de frutas de temporada cortadas y enteras.
- Lácteos: Yogur natural y con sabores, leche (incluyendo opciones vegetales como almendra o soja), y quesos variados.
- Cereales y Granolas: Diversos tipos de cereales, granolas y avena.
- Huevos: Preparados de distintas formas (revueltos, fritos, omelets) y acompañados de opciones como bacon y salchichas.
- Bebidas: Café, té, jugos naturales, y agua.
- Extras: Mermeladas, miel, mantequilla, frutos secos, y semillas.
Calidad de los ingredientes
Los productos frescos y de alta calidad son indispensables. Esto se aplica tanto a los ingredientes crudos, como frutas y verduras, como a los productos cocidos y horneados. La frescura y calidad de los ingredientes aseguran que los alimentos no solo sean sabrosos, sino también nutritivos y seguros para el consumo.
Presentación
La forma en que se presenta la comida también es crucial. Un buffet bien organizado y limpio, con platos atractivos y bien servidos, puede mejorar significativamente la percepción del desayuno. Huyamos de los bufés atiborrados de ingredientes mustios, resecos y deslucidos que solo se consumen por el simple hecho de estar presentes.
Servicio
Un buen servicio incluye en un entorno agradable no solo incluye la amabilidad, eficiencia del personal y limpieza del área de desayuno, sino también la disponibilidad de reabastecer los alimentos. De este abastecimiento es al que me refería al principio, qué desilusión es que se terminen los cruasanes calentitos y no vuelvan a traer más.
Los distintos tipos de desayunos de hotel que existen y sus diferencias
Desayuno Continental
Reducido pero entusiasta: el desayuno continental es uno de los tipos más comunes y sencillos que se ofrecen en los hoteles. Suele incluir pan o bollería, mantequilla, mermelada, café o té y jugo de frutas. Es un desayuno ligero y rápido, ideal para huéspedes que prefieren algo sencillo por la mañana.
Desayuno Buffet
El preferido de muchos: el desayuno buffet es quizás el más popular en los hoteles, especialmente en aquellos de mayor categoría. Ofrece una gran variedad de alimentos donde los huéspedes pueden servirse a sí mismos. Incluye opciones frías y calientes, como huevos, bacon, salchichas, pan, bollería, frutas, cereales, yogur, y diferentes tipos de bebidas. Este tipo de desayuno permite a los huéspedes personalizar su comida según sus preferencias y necesidades dietéticas.
Desayuno Americano
Gran colación matinal disfrazada de brunch: el desayuno americano es más sustancioso y suele incluir huevos preparados de diversas formas (revueltos, fritos, omelettes), bacon o salchichas, tostadas o tortitas, y una bebida caliente como café o té. También puede incluir jugo de frutas y, en algunos casos, cereales o frutas frescas.
Desayuno Inglés
Desayuno de reyes: el desayuno inglés es conocido por ser bastante completo y energético. Incluye huevos, bacon, salchichas, tomates y champiñones cocidos, tostadas, y a menudo una opción de pescado como el kipper (arenque ahumado). Un pecado sería olvidarse de las típicas judías en salsa de tomate o el pudding negro. También se sirve con té o café y jugo de frutas.
Desayuno Mediterráneo
Orgullo español: el desayuno mediterráneo, típico de países como España y Grecia, incluye alimentos frescos y saludables. Puedes encontrar pan con tomate, aceite de oliva, queso, jamón, frutas frescas, yogur, miel y frutos secos. Las bebidas incluyen café, té y jugo de frutas.
Desayuno Japonés
Una colación memorable: el desayuno japonés es bastante diferente del estilo occidental. Incluye arroz, pescado (a menudo salmón), miso, encurtidos, algas, y huevos. Es un desayuno equilibrado y nutritivo que refleja la dieta tradicional japonesa.
Desayuno Vegano
Ha llegado para quedarse: cada vez más hoteles están ofreciendo opciones veganas para adaptarse a las necesidades dietéticas de sus huéspedes. Un desayuno vegano puede incluir leche de almendra o soja, yogur vegano, frutas frescas, cereales, pan y pasteles sin productos de origen animal, tofu y smoothies.
Diferencias entre desayuno buffet y a la carta
El desayuno buffet ofrece muchas opciones que los huéspedes pueden elegir libremente, permitiéndoles servirse a sí mismos y probar diferentes platos. Este desayuno es ideal para quienes desean una comida rápida y variada sin esperar a que les atiendan. Sin embargo, puede ser más costoso para el hotel debido a que mucha comida se desperdicia. Y es todo un reto satisfacer paladares exigentes.
En contraste, el desayuno a la carta se caracteriza por su personalización, ya que los huéspedes pueden pedir platos específicos según sus preferencias. Este servicio requiere de atención en mesa, lo que puede hacer que la experiencia sea más lujosa y personalizada. Además, permite un mejor control sobre las porciones y reduce el desperdicio de alimentos. No obstante, preparar los platos a pedido puede llevar más tiempo, lo que no es ideal para huéspedes con prisa.
Consejos para ofrecer el mejor desayuno de hotel a tus huéspedes
Para ofrecer el mejor desayuno de hotel a tus huéspedes, es esencial conocer sus preferencias y necesidades dietéticas, lo que permite ofrecer un desayuno que realmente disfruten.
Incluir opciones saludables como frutas frescas, yogur, granolas y alternativas sin gluten es cada vez más importante.
Mantener la frescura de los alimentos y asegurarse de que estén bien presentados es crucial; el buffet debe reabastecerse con frecuencia y los alimentos en malas condiciones deben retirarse de inmediato.
Capacitar al personal para que sea atento, amable y eficiente puede mejorar significativamente la experiencia del desayuno. Además, crear un ambiente agradable con una buena decoración, iluminación y asientos cómodos puede afectar positivamente la percepción del huésped.
Finalmente, es vital escuchar y actuar sobre los comentarios de los huéspedes para mejorar continuamente el servicio de desayuno.
Usar un PMS que nos permita almacenar las preferencias de nuestros huéspedes puede ayudar a gestionar mejor estas necesidades y mejorar su experiencia gracias a que podremos hiperpersonalizar su experiencia.
Conclusión
El desayuno en un hotel es más que una simple comida; es una oportunidad para impresionar a tus huéspedes y mejorar su experiencia general. Un buen desayuno de hotel no solo alimenta el cuerpo, sino que también nutre la reputación del hotel y fomenta la lealtad de los huéspedes. Porque no olvidemos que el desayuno es el último recuerdo que se llevarán de nosotros.