La Comunidad Valenciana recibió en los seis primeros meses de este año nada menos que 5,3 millones de turistas internacionales, lo cual puede que no nos diga nada salvo que añadamos que esto es un 19,9 por ciento más que en 2023, cuando ya las cosas estaban normalizadas en esta región (Benidorm: invasión de británicos pese a las noticias negativas).
Encima, ese aumento del turismo coincide con el incremento del 10 por ciento del precio medio de las habitaciones, que ha llegado a los 130 euros en Valencia y a los 112,8 en Alicante.
En conjunto, la Comunidad se ha quedado con un gasto turístico que, sumados todos los conceptos, creció un 28 por ciento en relación al mismo período del año pasado. Aumentos de estas proporciones son absolutamente inusuales, más si se tiene en cuenta que muchas zonas han crecido espectacularmente en el volumen de oferta.
El primer país emisor de turistas, como corresponde a una región que alberga a Benidorm, es Gran Bretaña, que aumentó casi un 19 por ciento el número de visitantes, con 1,42 millones. Le sigue Francia, casi con la mitad y los Países Bajos. En estos dos casos los crecimientos fueron igualmente espectaculares.
La tasa de ocupación hotelera del semestre fue del 80 por ciento, absolutamente espectacular, si contamos que en ese periodo están enero, febrero y en menor medida marzo que en Valencia, por las Fallas, tiene un periodo de temporada alta.
