Una vez recopilados todos los datos de encuestas e interacciones con los comensales, ¿qué hacemos?
La parte difícil ya la hemos superado, así que hay que centrarse en hacer un buen uso de estos conocimientos. Veamos los métodos de análisis del feedback y algunos ejemplos.
El festín del feedback: análisis y categorización
Acepta todo tipo de comentarios, ya sean elogios, críticas, sugerencias u observaciones, con una mente abierta. Ordénelos por categorías, como si se tratara de los ingredientes de un menú.
Puedes separar los comentarios sobre el sabor de los comentarios sobre el ambiente o el servicio. La idea es descubrir los temas recurrentes y desarrollar un plan para abordarlos.
Tras la recopilación y el análisis, es fundamental que tomes medidas sobre las opiniones de tus clientes.
Cuando recibes repetidos comentarios sobre un plato en particular que no es satisfactorio, es una oportunidad para que el equipo culinario reevalúe y perfeccione la receta. Del mismo modo, supongamos que los clientes comentan con frecuencia que el servicio es lento. En ese caso, se debería revisar el flujo de trabajo del servicio, lo que podría dar lugar a una nueva formación del personal o a la contratación de más miembros del equipo para garantizar una experiencia gastronómica más eficiente y agradable.
Estas acciones demuestran un compromiso con la excelencia y una actitud receptiva hacia la satisfacción del cliente, lo que puede mejorar significativamente tu reputación y la fidelidad de tus clientes.