En abril Venecia se convertía en el primer destino en cobrar una tasa turística por simplemente visitar la ciudad. La medida, en período de prueba, ya ha concluido con un balance de ingresos para el Consistorio veneciano de 2,25 millones de euros. Las autoridades ya están estudiando prolongar durante más tiempo el año que viene su aplicación y también doblar el importe, de 5 a 10 euros, con el mismo objetivo que en esta ocasión no han conseguido: disuadir a los turistas visitar la ciudad para evitar su masificación.
El Ayuntamiento de Venecia estudia aumentar la controvertida tasa de ingreso en la ciudad en 2025, cuando podría pasar de los 5 euros actuales a 10 en los días de mayor afluencia de visitantes en la Ciudad de los Canales, que cada año recibe a más de 32 millones de turistas.
El “peaje” de entrada, que comenzó a cobrarse el pasado 25 de abril a modo de prueba para aliviar la presión del turismo de masas en Venecia, ha finalizado con cerca de 2,25 millones de euros recaudados por el pago de unos 450.000 turistas, según los datos del Ayuntamiento y triplica los 700.000 euros previstos e incluidos en el presupuesto para esta medida que los vecinos consideran insuficiente.
Una polémica medida que volverá el año que viene
Acabar con el exceso de turismo sigue siendo el objetivo de las autoridades venecianas, quienes siguen considerando que la aplicación del impuesto es una iniciativa que podría contribuir a paliar los efectos nocivos de la masificación de la ciudad. De hecho, según el concejal de Turismo, Simone Venturini, “Venecia sigue siendo demasiado barata”, y considera que ha llegado el momento de “pensar en una mayor contribución de acceso para acabar con el exceso de turismo”.
El peaje de entrada a Venecia no ha cumplido con el objetivo disuasorio de las autoridades venecianas. Fuente: AdobeStock.
Una medida que ha sido muy criticada por los venecianos, que solo contemplan el carácter recaudatorio de la misma en una ciudad que llega a recibir picos diarios de hasta 100.000 turistas.
Tras casi un mes de prueba, “positiva” para el Ayuntamiento, ahora se piensa en un calendario más amplio el próximo año, así como la modificación de la tasa, estableciendo una tarifa básica de 3 euros para los que reserven con antelación, pero elevando el precio del importe a 10 euros en los días de mayor actividad.
Afán recaudatorio sin ser disuasorio
En cuanto al éxito de la medida, a juzgar por las declaraciones recogidas por EFE de los responsables del Ayuntamiento veneciano, la tasa turística ha tenido buenos resultados en cuanto a ingresos, pero no en cumplir con el objetivo de disuadir a los turistas que visitan la ciudad.
“Nos ha permitido recoger datos que no se tenían. Ahora es el momento de estudiar los números y organizar el calendario para el 2025, con todas las novedades que seguirán”, ha declarado el concejal del Presupuesto, Michele Zuin. Según él, “la primera fase experimental no mostró efectos disuasorios importantes, pero no los esperábamos. La situación cambiará cuando el billete máximo se incremente a 10 euros”, que es “lo que nos permite la ley, dependiendo de los flujos y de las reservas”.
Es “un intento de revertir la tendencia”, para que la gente “no venga a Venecia cuando tenga vacaciones, sino que se tome vacaciones para ir a Venecia cuando sea posible“, añadió Zuin, al destacar que el descenso de reservas de plaza de aparcamiento muestra que se ha parado el turismo que visita la ciudad como si fuera un parque temático.
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