Carsten Spohr, el máximo responsable de Lufthansa, ha culpado a Boeing y a Airbus de que a compañía esté dejando de ganar anualmente unos 500 millones de euros, debido a los retrasos en las entregas de aviones. La ausencia de aeronaves obliga a Lufthansa y sus filiales a retrasar el crecimiento, dejando de ingresar dinero, por un lado, y por otro le obliga a usar unidades menos eficientes en el consumo de combustible (Alerta a la Bolsa: Lufthansa empeora sus expectativas).
Spohr ha dicho que estos retrasos, a su juicio, se van a extender más allá de 2030, lo que limitará seriamente la capacidad del grupo para crecer y adaptarse al mercado.
Lufthansa, que es la única aerolínea importante del mundo que aún vuela con Boeing 747, tiene pendientes de recibir 229 pedidos de aviones, entre los cuales hay A220, A320 y 321, A350 y Boeing tanto 737, 777 como 787.
Spohr dijo que actualmente el grupo tiene unos 100 aviones en tierra debido a mantenimiento o a tener que ser retirados, y además explicó que la compañía ha sido afectada por la crisis de los motores Pratt & Whitney. En relación a este último tema, que afecta entre otros a los A220 de Swiss, el grupo negocia con el fabricante de motores una indemnización por los daños causados, la cual aún no se ha cerrado.