Madrid y Barcelona, dos de los grandes destinos turísticos urbanos de España, comparten la necesidad de poner coto al desmadre de los pisos turístico con carácter urgente. La situación está cada vez más tensionada, especialmente en la ciudad condal, por lo que ambos ayuntamientos trabajan en medidas contundentes para frenar la oferta ilegal y mejorar el acceso a la vivienda (Madrid acelera para combatir el desmadre de los pisos turísticos).
El alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, ha detallado que “la situación en Madrid tiene diversas perspectivas”. En primer lugar, desde el modelo de convivencia en la ciudad, que, a su juicio, “se ve afectado por las viviendas de uso turístico diseminadas en las comunidades de propietarios” (Madrid desvela la ubicación de los 1.008 pisos turísticos con licencia).
También hace referencia al “modelo turístico”, recordando que “el 30% de los turistas que llegan a Madrid se alojan en pisos turísticos”, por lo que “hay que saber qué consecuencias puede tener”. En tercer lugar, apuesta por “diferencias zonas y diferenciar entre las que están diseminadas en comunidades de propietarios, y los bloques exclusivos. Ahí nosotros no tenemos ningún problema” .
Es por ello que “estamos preparando una normativa para regularlo de acuerdo a la realidad social y económica”, descartando una “prohibición con carácter absoluto”. De momento, ya se ha lanzado la moratoria, se han aumentado las sanciones a las ilegales, se han reforzado las inspecciones, y se han publicado por primera vez de los pisos de carácter legal.
En lo que respecta a Barcelona, el alcalde, Jaume Collboni, mantiene su idea de erradicar los 10.101 pisos turísticos existentes a día de hoy en el año 2028. La principal preocupación es “el acceso a la vivienda”, con un precio del alquiler que, “en los últimos diez años ha aumentado casi un 70%, y el de compra un 40%” (Barcelona asestará un golpe de muerte al modelo Airbnb).
“La imagen en muchas comunidades de vecinos no es una experiencia positiva. Ver que tu finca se ha convertido en una especie de hotel. Sobre todo, cuando tus hijos, que tienen un sueldo y trabajo estable, se tienen que ir de la ciudad porque no pueden pagar un alquiler o comprar”, ha criticado el edil.
Bajo ese parámetro, el Ayuntamiento busca “suprimir la figura de los pisos turísticos para que vuelva al mercado residencial”. Eso se hace en el contexto de una ley del Parlament de Cataluña, que “permite que decidamos que regulación seguimos con las viviendas de uso turístico”.