La crisis climática representa un gran riesgo para el café de alta calidad y las comunidades que dependen de él. Consciente de ello, Nespresso puso en marcha hace más de 20 años un programa de obtención de café de alta calidad que cuidara el origen, es decir, el entorno y las comunidades. Y por eso, de la mano de la ONG Rainforest Alliance, creó el Programa AAA Sustainable Quality™.
Un programa que ha permitido desde entonces trabajar directamente con los caficultores, analizando las necesidades de terrenos y proponiendo prácticas sostenibles que aumentaran el rendimiento de sus fincas, lo que repercute directamente en una mejora en las condiciones de vida.
Como fruto de este trabajo, fortaleciendo y promoviendo su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado de las personas, así como elevando la experiencia en torno al café, Nespresso Professional lanzó hace cuatro años su primera variedad orgánica para la gama profesional: Peru Organic. Desde entonces, esta gama ha crecido hasta contar con cuatro variedades distintas, incluyendo también Reviving Origins Congo Organic, Colombia Organic y Brazil Organic. Este último, Brazil Organic, está siendo relanzado este año y forma parte de la oferta permanente que Nespresso ofrece a sus clientes profesionales.
Las cápsulas de café orgánico de Nespresso se elaboran siguiendo estrictas prácticas y controles agrícolas en toda la cadena de suministro, desde el campo de cultivo hasta los centros de producción y su comercialización, que garantizan que la producción de ese producto respeta los ciclos de vida naturales, reduciendo en la medida de lo posible el impacto sobre el medioambiente. Además, estas prácticas aumentan la fertilidad del suelo de manera natural, promueven el equilibrio ecológico y conservan la biodiversidad. Estos cafés orgánicos están certificados conforme a la normativa de Alimentos Ecológicos de la Unión Europea, que exige a los agricultores no utilizar productos químicos como fertilizantes o pesticidas durante la producción, usando en su lugar el compostaje o abono orgánico.
A pesar de la creciente popularidad del café orgánico entre los consumidores de todo el mundo, su producción presenta desafíos para los agricultores, incluyendo la inversión inicial requerida en las explotaciones agrícolas y los procedimientos de certificación. Por esta razón, Nespresso paga una prima por el café a aquellos agricultores que cuentan con la certificación de café orgánico y el Programa AAA Sustainable Quality está evolucionando para integrar prácticas aún más respetuosas con el entorno y eficientes.
Estas prácticas fundamentales les permiten ofrecer actualmente estas cuatro variedades de café orgánico que combinan lo mejor del sabor con las técnicas de extracción mencionadas:
- Brazil Organic: Suave y dulce, de intensidad 4. Destaca por sus notas de cereal tostado y caramelo, realzadas por un toque de madera, frutos secos y especias. Proviene de diversas tierras y ecosistemas de Brasil, específicamente de las regiones de Minas Gerais y Sao Paulo.
- Peru Organic: Un café afrutado y elegante, con marcadas notas herbales, fina acidez y aromas a cereales tostados. Cuenta con una intensidad media.
- Colombia Organic: Cremoso y persistente, de intensidad 6, destaca por su carácter armonioso y dulce, con notas a pan y cereales tostados, así como frutos rojos. Todo ello rematado por una crema generosa y un sabor duradero.
- Reviving Origins Congo Organic: Con notas de cereales tostados, aromas de frutos secos y un ligero toque afrutado, esta variedad forma parte del Programa Reviving Origins de Nespresso Professional. Se trata de un programa a largo plazo a través del cual colaboran con agricultores y socios para ayudar a las comunidades cafeteras a recuperar algunos de los cafés extraordinarios que han estado a punto de perder debido a los años de inestabilidad en el Congo que han provocado el abandono de muchas plantaciones.
Estos cafés orgánicos forman parte de la gama Origins de Nespresso Professional, que cuenta con seis variedades de cafés de origen único. A parte de Brasil, Perú, Congo y Colombia también se suman India y Guatemala. Todas ellas elaboradas a través de prácticas agrícolas que mejoran las condiciones de vida de las comunidades locales.