
¿De vedad hay crisis de talento? ¿Qué les falta a los jóvenes para crecer en el sector hotelero? Y, ¿qué les hace falta a las empresas para atraer y retener talento? Un tema, el cual, podríamos decir que es la pescadilla que se muerde la cola. Los jóvenes piden oportunidades y los empresarios reclaman talento. ¿Qué está pasando entonces?
Durante la Semana de Oro de la AEDH se ha tratado el tema del talento desde ambos puntos. El jueves 6 de noviembre se celebró una jornada dirigida a aquellos que están estudiando o que acaban de terminar y donde acudieron más de 150 jóvenes con el objetivo de que conocieran la realidad del sector con casos de éxitos, consejos de hoteleros, en qué deberían formarse más y, por supuesto, entre otros temas, también se habló de la famosa IA.
A continuación analizaremos lo que se habló en la mesa de debate ‘Formación, talento y liderazgo: el triángulo del éxito hotelero’, en la que participó el jueves 6 de noviembre: Rubén Marín: Subdirector Guitart Central Park, Luisa Fanjúl: Profesora Universidad Europea de Madrid, y Marc Pérez Gorina: Founder & Hospitality Headhunter | Hotel Top Talent.

Además, comparamos sus reflexiones con las que se escucharon un día después, el viernes 7 de noviembre, durante el IV Encuentro Internacional de Directivos Hoteleros de la AEDH, concretamente en la mesa “Directores que inspiran: gestión, liderazgo y propósito en el día a día del hotel”, con la participación de Jorge Álvarez (Spirit Hotels), Nayra González (Bless Hotel Madrid), Salvador Aparisi (Canopy by Hilton Madrid) y Víctor Vacas (Urso Hotel).

La inteligencia artificial como aliada, no como amenaza
La inteligencia artificial es la responsable de una de las grandes revoluciones que se están viviendo en el sector hotelero. Está facilitando las tareas diarias y mejorando las ventas. Muchos se preguntan que en qué papel quedan los trabajadores y prácticamente todos coinciden: La IA permite optimizar el tiempo a los trabajadores, haciendo que puedan pasar más tiempo cuidando al cliente, por ejemplo, a la llegada del hotel para explicarle todos los servicios del hotel, recomendarles restaurantes por la ciudad o conociéndoles un poco más para, incluso, hacerles un upgrade de su estancia.
Tal y como dijo Luisa Fanjul, profesora en la Universidad Europea, este momento que estamos viviendo podríamos compararlo a la revolución industrial, donde los trabajos se reinventaron. «La IA no sustituirá a las personas, pero sí exigirá perfiles con capacidad de razonamiento, empatía y pensamiento crítico».
Por su parte, Marc añadió que “la IA puede ofrecer respuestas o analizar bases de datos, pero no interpreta el tono de voz ni entiende la emoción del cliente; esa es la verdadera ventaja competitiva del sector hotelero”.
Las carencias en el talento joven y la formación universitaria
La formación y las carencias de los jóvenes que están estudiando o son recién graduados fue otro de los temas principales durante los dos días de congreso organizado por la AEDH. Luisa advirtió de la brecha existente se encuentra entre los planes académicos y las necesidades reales de las empresas: “Unos por otros y la casa sin barrer. No hay una capacitación real en las diferentes disciplinas”.
La falta de pasión también formó parte de los debates. El subdirector del Guitart Hotel Park, recomendó a los jóvenes «hacer autocrítica, ya que es entonces cuando se conocerán y cuando podrán implementar un plan de acción sobre sus carreras profesionales».
También puso como ejemplo un proceso de selección en el que contrató a una candidata sin experiencia para el puesto de guest experience: “A los cinco minutos supe que debía ser ella: tenía ganas, actitud y pasión por aprender”.
Marc les comentó a los estudiantes allí presentes, coincidiendo con las ganas y la motivación de la que hablaba Rubén, que «es vital querer saber cómo funciona el hotel y del impacto que tiene vuestro trabajo en el hotel».
Respecto a la formación que se imparte tanto en universidades como en formaciones profesionales, se criticó que no hay una capacitación real a las diferentes disciplinas a las que se encontrarán cuando salgan a enfrentarse al mundo laboral.
Luis Fanjul criticó la pasividad de algunas empresas y fue rotunda frente a lo que suele decir sobre la «crisis del talento»: “Las prácticas no siempre cumplen un mínimo. No falta talento, falta conocimiento y, sobre todo, oportunidades que realmente merezcan la pena”.
Además, la profesora también animó a los estudiantes: “Pelad. Ahí fuera las cosas están difíciles y cada vez estáis más cualificados. Tenéis conocimientos, no os conforméis con poco, tiradnos de las orejas pero sed competitivos. Tened pensamiento crítico, hablad con vuestros jefes o directores de prácticas y pedid más, que os enseñen”.
Marc coincidió con Luisa añadiendo que «no hay que ir a hacer las prácticas a pasar las horas, sino a aprender y a exigir a que os expliquen cosas y que si hay alguna oportunidad para quedaros que os tengan en cuenta».
Para acabar este debate, también denunció que «no es que no estén preparados, es que no se les da la oportunidad. Muchos empresarios se aprovechan de los becarios para cubrir puestos más baratos”.
Qué piden los directores de hoteles respecto al talento
En la mesa de directores celebrada el viernes, las reflexiones fueron muy en la línea de lo que se debatió el día anterior. Víctor Vacas (Urso Hotel) insistió en la importancia de la motivación real como motor de aprendizaje: “En las universidades debería enseñarse de dónde viene la motivación. Tenemos que tener claro que todos, desde nuestro rol, estamos contribuyendo a cambiar este mundo”.
Nayra González (Bless Hotel Madrid) aportó su visión sobre los procesos de selección: “A veces, la entrevista no la haces tú, te la hace el candidato. Hay casos en los que seleccionas a alguien y luego no se presenta o te dice que no”, alegando a lo que hoy en día los jóvenes buscan que las ofertas se ajusten a sus expectativas tanto salariales como de conciliación con la vida privada.
Y añadió un diagnóstico sobre la escasez de personal cualificado: “Sí, tenemos un problema de talento. Cuando abrimos un hotel de cinco estrellas en Madrid, nos damos cuenta de que no hay suficiente personal especializado. No es que no exista, pero no hay tanto para cubrir la demanda de todos los hoteles que están surgiendo”. Unas declaraciones que contraponen a lo comentado con la profesora de universidad, Luisa Fanjúl, sobre la falta de talento, pero en la que coincide con la falta de formación real en las diferentes disciplinas, como puede ser esta, la de la hotelería de lujo.
Además, Nayra González también explicó al respecto que se está trabajando para fomentar el talento, ya que, “desde el sector estamos hablando con la Comunidad de Madrid para que se lancen campañas de retención de talento en la hostelería”.
Entonces… ¿Qué hacemos con el talento joven?
Una cosa está clara, los jóvenes sí están en busca y captura de oportunidades reales en el sector hotelero. ¿El problema? Los empresarios van buscando una capacitación, la cual, en la mayor parte de los casos, no están recibiendo en las universidades o en las formaciones profesionales.
Habrá gente que no tenga motivación o esa pasión por la hotelería, pero hay muchos que sí la tienen. Tan solo hay que empezar a dar oportunidades, formar y luchar para que el sistema educativo en las escuelas de turismo mejore y se ajuste a las necesidades reales del sector.
Cabe recordar que la mesa de debate del jueves, muchos jóvenes que estaban entre el público quisieron coger el micrófono para denunciar que sí quieren trabajar, formarse y poder crecer profesionalmente, para así también poder independizarse, crear una familia o ahorrar para comprarse una casa, entre otros muchos motivos.
Y es que, el tema de poder independizarse es otro problema que hoy en día viven los jóvenes: las subidas de los alquileres, los precios imposibles de las casas en venta… Las estadísticas están ahí: La edad media para independizarse en España supera los 30 años, la más alta de Europa, principalmente por el alto coste de la vivienda y la precariedad laboral. La mayoría de los jóvenes que logran independizarse lo hacen compartiendo piso.
Así que, entre unos que sí que quieren trabajar y otros que buscan talento y no encuentran el que se adapte a las necesidades del puesto o del hotel… Como dijo Luisa Fanjúl: «Entre unos y otros, la casas sin barrer».