
Wizz Air necesita volver a la rentabilidad pronto porque su modelo corre peligro. Desde la pandemia prácticamente no ha tenido beneficios y eso empieza a ser desesperante. Algunos han sido errores propios y otros golpes de mala suerte, pero ya los accionistas no quieren esperar más. Por eso la dirección de Joszef Varadi busca remedios. La última idea es introducir una suerte de clase business para los viajeros que quieran una experiencia más sofisticada (Terremoto en Wizz Air tras años de pérdidas).
Estos clientes, lógicamente pagando más, dispondrán de beneficios adicionales que no están al alcance de los demás. Por ejemplo, podrán disfrutar de que el asiento del medio en sus filas no estará disponible, si lo pagan, claro. Embarcarán antes y llevarán una maleta de mano para poner en cabina (Wizz Air pierde más dinero que nunca y que nadie).
La decisión aún no es definitiva y se va a probar en diciembre en las rutas que salen de Londres, Roma, Varsovia, Bucarest y Budapest.
La compañía indica que el precio de ese billete nunca será superior a comprar un segundo asiento o, lo que es lo mismo, que nunca será el doble que el precio actual.
Sin embargo, a diferencia de las ‘legacy’ no habrá ni comida ni bebida. Y tampoco salas de espera en los aeropuertos.
La compañía dice que tiene muchos clientes que quieren ser los primeros en abandonar el avión y que buscan más comodidad y espacio.
No obstante, Wizz Air afirma que se incorporarán otras mejoras cuando ya funcione el modelo. Pero, por supuesto, nunca habrá modificación del tipo de asientos en el avión, porque eso sería extremadamente complicado.
